Artículo originalmente publicado en la revista Responsabilidad Social Corporativa en Compras de AERCE 122
¿Cómo deberían actuar los responsables de los departamentos de compras ante situaciones como la que estamos viviendo y cómo deben prepararse para el futuro? La prioridad es garantizar la salud y la seguridad de los empleados. Pero a largo plazo, disponer de un plan global de sostenibilidad que incluya una reducción notable de los riesgos en la cadena de suministro es esencial para proteger a los trabajadores y continuar con la actividad.
En los últimos años, según el último informe de EcoVadis “Business Sustainability Risk and Performance Index 2020” uno de los temas que ha sido más crítico para las empresas a escala global es la sostenibilidad: los inversores, los consumidores, los equipos ejecutivos y otras partes interesadas de la organización se han dado cuenta de que la responsabilidad corporativa no sólo construye un mundo mejor, sino que también impulsa el valor financiero. Con ello, las empresas globales se están comprometiendo con Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como por ejemplo, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la eliminación de la esclavitud, la eliminación de los plásticos, la conservación del agua utilizada en la producción, la incorporación de fuentes de energía renovables y mucho más.
Las empresas deben mirar más allá de las operaciones internas por sí solas y medir el rendimiento de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en todas las relaciones comerciales, especialmente con proveedores y partners.
Paso 1: elaborar e invertir en un programa de sostenibilidad
El departamento de compras supervisa las relaciones con los proveedores y, por lo tanto, está en la mejor posición para establecer requisitos de transparencia y sostenibilidad en la actividad de la cadena de suministro. Los volúmenes de compras pueden representar hasta el 60 por ciento de los ingresos de una organización dependiendo de la industria, lo que permite dejar claro que las compras desempeñan un papel central en el esfuerzo de sostenibilidad de una empresa.
La gestión de un programa de sostenibilidad requiere una inversión inicial significativa, pero con las herramientas y estrategias adecuadas puede producir un retorno exponencialmente positivo. Las iniciativas de compras sostenibles reducen el riesgo y la magnitud de los costes de incumplimiento y reducen el gasto en áreas operativas, como la logística, la energía, el agua y la fabricación. Estas acciones también ayudan a las empresas a evitar la mala conducta de los proveedores, proteger la reputación de la marca y ayudar a las empresas a reconocer y evitar interrupciones a tiempo.
Paso 2: medir la sostenibilidad de los proveedores
El siguiente paso es elegir qué herramientas y métodos se utilizarán para recopilar y comprender el rendimiento de sostenibilidad de los proveedores. Indicadores cuantitativos fáciles de como las calificaciones de sostenibilidad, que se integran en una solución de compras, acelerarán los programas de compras sostenibles para que puedan impulsar un impacto real.
Evitar riesgos implica también identificar a proveedores estratégicos que pudiesen tener algún problema en esta situación
Paso 3: reducir riesgos
Muchas veces hemos insistido en la gestión de riesgos en la cadena de suministro para asegurar la capacidad de los proveedores. Esto pasa necesariamente por realizar evaluaciones detalladas del riesgo de los proveedores. Según la encuesta internacional Global Capital Confidence Barometer, realizada por EY en febrero y marzo, el parón -o el cierre- de la actividad ha hecho que más de la mitad de los encuestados esté dando pasos para cambiar su cadena de suministro.
El precio y la gestión de múltiples proveedores van de la mano en una crisis. Por ello es clave renegociar precios rápidamente. Contar con un solo proveedor para aquellos bienes que son estratégicos es extremadamente peligroso, por lo que se debe negociar para asegurar mejores términos y, al mismo tiempo, identificar y calificar a nuevos proveedores. Para afrontar con éxito esta misión, recurrir a una solución de compras vuelve a ser esencial.
Evitar riesgos implica también identificar a proveedores estratégicos que pudiesen tener algún problema en esta situación. Si alguno de ellos está teniendo dificultades, tenemos que estar preparados para apoyarlos económicamente y así garantizar la continuidad de nuestro propio negocio.
A medio plazo, es importante revisar los contratos para minimizar el riesgo. Por ejemplo, releer las cláusulas de “fuerza mayor”, los tiempos de recuperación, etc. y renegociar si es necesario. Aquí la inteligencia artificial se puede convertir en una herramienta muy útil de ayuda.
A largo plazo, deberemos contar con una gestión integral de proveedores para estar preparados para el próximo reto. Esto implica recopilar y estudiar los datos de los proveedores, tanto internos como externos. Comprender cómo se conectan, integran e implementan entre ellos ayuda a tener una visión más clara sobre ellos.
A largo plazo, deberemos contar con una gestión integral de proveedores para estar preparados para el próximo reto
Hemos visto que prepararse incluye también comunicar las mejores prácticas dentro de la empresa, identificando dónde se necesitarán más recursos para hacer frente a situaciones similares. Para ello tendremos que desarrollar planes de emergencia/contingencia que permitan la continuidad, o integrar fuentes de datos internas y externas para obtener una mayor visibilidad de la cadena de suministro. En conclusión, ser proactivos y sistemáticos de cara al futuro nos ayudará a obtener una imagen detallada de los riesgos más probables y su impacto. Las empresas necesitan estar coordinadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), no solo porque necesitan llevar a cabo un proceso de compra responsable, sino porque también es necesario para nuestro planeta.